En estos días uno de los escándalos internacionales lo constituyen las fotos de personal médico portorriqueño voluntario en Haiti. Esta cuestión me parece estar cargada de moralismo. Me recuerda algunos apartes del "El Nombre de la Rosa". ¿Estar en un lugar de tragedia comporta obligatoriamente la negación de cualquier forma de esparcimiento? ¿Acaso cada uno de nosotros no busca formas de compensación en momentos de una signficativa tensión emotiva?. En términos individuales ¿A quién se le está muriendo el papá no le es permitido tomar licor? ¿Cuál es el horario de trabajo de un médico voluntario? Seguramente el préstamo de armas por parte del ejército dominicano es una falta gravísima. Los militares en servicio no pueden andar bebiendo y en ningún caso pueden dar sus armas a civiles. ¿Acaso pensamos que los médicos son especies de militares? ¿El juramento de Hipócrates menciona algo en este sentido?
A mi juicio el problema mayor lo representa la exhibición de lo privado, que el fenómeno de facebook encarna. No tenemos la posibilidad de vivir nuestra intimidad sin ser exhibidos por algún amigo o pariente armado de cámara fotográfica digital que hace público un momento privado. A mi juicio la cotidianidad ha perdido gran parte de su espontaneidad. Las personas no viven, actuan, posan; para subir sus videos y fotografías en estas plataformas mediáticas.
Tiempo de iconoclastas este, la guerra de las imágenes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario